Fran Fisher & Francisco Peyret
Introducción
“Wellness real estate” es un concepto en crecimiento. ¿Cómo definiría usted un desarrollo inmobiliario orientado al bienestar en comparación con uno tradicional?
Acabo de regresar del Simposio Global de Wellness Real Estate de este año, realizado en la ciudad de Nueva York. El Global Wellness Institute (GWI) define los bienes raíces de bienestar como: entornos construidos, diseñados y operados de manera proactiva para apoyar la salud holística de los ocupantes, visitantes y la comunidad. Estos proyectos deben ser diseñados y ejecutados de tal forma que faciliten y optimicen el bienestar de sus ocupantes en múltiples dimensiones.
¿Cuál es la filosofía detrás de sus proyectos en esta área?
Tenemos la visión de una comunidad que combina el entorno natural con el bienestar personal. Desarrollamos un proyecto único que abarca un estilo de vida cultural, social y físico. Nos enfocamos en construir una comunidad de personas que compartan nuestra idiosincrasia y que mantengan un respeto sincero por la naturaleza y el planeta, promoviendo la tolerancia y la diversidad.
Misión y visión de Valle de Los Senderos.
Mi objetivo personal es crear un entorno orgánico y colaborativo. Esto significa lograr un equilibrio y una armonía entre los elementos, al tiempo que aportamos valor a la comunidad a través de la innovación y la empatía.
Innovación y tendencias
¿Qué tendencias en bienes raíces de bienestar (por ejemplo, biofilia, espacios multigeneracionales) considera más disruptivas hoy?
Han surgido muchos movimientos impulsados por el diseño entre arquitectos, diseñadores y urbanistas, como respuesta a las deficiencias de los entornos habitacionales actuales. La mayoría se centra en la escala del edificio, proyecto o propiedad, y abordan necesidades o poblaciones específicas. Por ejemplo: fomentar la actividad física (diseño activo); reconectar a las personas con la naturaleza (diseño biofílico); promover la armonía espiritual (feng shui, vastu shastra, geometría sagrada); atender los retos del entorno físico para personas con discapacidad (diseño universal, sin barreras o inclusivo); o responder a los desafíos del envejecimiento (diseño trans- o multigeneracional). Estos movimientos ofrecen una valiosa caja de herramientas con conceptos y enfoques que pueden combinarse para avanzar hacia una arquitectura más holística y saludable, que satisfaga nuestras necesidades físicas y fomente el bienestar mental.
Diseño y salud
¿Cómo se traducen esas tendencias en soluciones concretas de arquitectura o diseño (como materiales o distribución de espacios)?
Existen muchas formas en las que el diseño, la infraestructura, los servicios y las comodidades pueden respaldar cada dimensión del bienestar.
Hoy comenzamos a entender cómo los materiales —tanto sintéticos como naturales—, la luz, el sonido y otras características del entorno construido afectan nuestra salud personal y la del planeta. Los avances en materiales y ciencias de la construcción han dado paso a nuevas soluciones más saludables y sostenibles: pinturas que purifican el aire, iluminación que mejora el estado de ánimo y favorece el sueño, entre otras. La actual ola de adopción tecnológica (hogares inteligentes, robótica, vehículos autónomos, inteligencia artificial, realidad aumentada y virtual, entre otros) continuará transformando la esencia misma del entorno en que vivimos —tanto físico como virtual—, y la forma en que nos conectamos con los demás.
